Los buques instaladores de turbinas eólicas, (Turbine
Installation Vessels TIV),
utilizan su amplia cubierta para trasladar los componentes necesarios para la
instalación de turbinas eólicas en su ubicación en el mar. Una vez situados en
la zona de trabajo, con su posición fija gracias a sus sistemas de
posicionamiento dinámico, sus grandes patas los fijan al fondo y los elevan
sobre el nivel del mar para que, con ayuda de sus grúas de gran capacidad de
elevación, coloquen las bases, góndolas o palas de las turbinas eólicas
marinas.
Vindeby, Dinamarca, en 1991
Para la
instalación de las turbinas del primer
parque eólico marino de la historia, instalado en Vindeby, Dinamarca, en 1991, se utilizaron una
barcaza y una grúa flotante.
De esta forma se operó durante muchos años, pero el
auge de la energía eólica marina de los últimos años dio lugar a un nuevo tipo
de buque, los
TIV o buques instaladores de turbinas eólicas, de los cuales el
primero fue el Mayflower Resolution de la MPI Offshore, construido
en los astilleros Shanhaiguan Shipyard
en 2003 según el diseño de los daneses Knud E Hansen.
Una de
las consecuencias de los aerogeneradores gigantes es que el equipamiento para
instalarlos también debe aumentar su tamaño de manera considerable. En el año 2010, la compañía Swire
Pacific Offshore, con sede en Singapur, encargó a los astilleros
surcoreanos de Samsung Heavy Industries la construcción de dos buques
autoelevables para su uso en la construcción de parques eólicos marinos, el Pacific
Orca y su gemelo, el Pacific Osprey siguiendo el diseño de la
ingeniería danesa Knud E Hansen cuyas características son:
Eslora total: 160,90 metros
Eslora entre
perpendiculares: 155,60 metros
Manga: 49,00 metros
Puntal a la cubierta
principal: 10,40 metros
Calado: 5,50 metros; máximo: 6,00 metros
Peso muerto: 8.400 toneladas
Velocidad
máxima: 13 nudos
Disponen de una cubierta de 4.000 metros cuadrados con
capacidad de carga de 15 T/m² que le
permite transportar e instalar 12 turbinas eólicas de 3,6 MW cada una.
Pero este barco puede transportar turbinas aún
más grandes, incluso de más de 5 y 6 MW y cuyas paletas midan 75 m de longitud.
Incluso podrá transportar las turbinas de 10 MW que la industria prevé
construir hacia el año 2020.
Toda la energía que necesitan para sus sistemas y su propulsión se genera
en una planta diésel eléctrica compuesta por 8 generadores de 2,8 MW cada uno,
para un total de 22,4 MW. De aquí sale la electricidad que alimenta los cuatro
propulsores azimutales de popa que impulsan el buque, de 3,4 MW de potencia
cada uno, y que junto a los dos propulsores azimutales retráctiles de proa (2,2
MW cada uno) y los dos propulsores en túnel de proa (2,2 MW cada uno) forman el
sistema de posicionamiento dinámico DP-2, que asegura que el buque se mantenga
en posición en todo momento.
La clave
del funcionamiento son sus seis patas de 105 metros de largo cada una que se
fijan en el fondo marino (hasta 61 mt de profundidad) y levantan
el buque hasta 17 metros de altura sobre al agua a una velocidad de 1,2 metros
por minuto, convirtiendo a el buque en una plataforma estable y segura para el
trabajo con vientos superiores a los 60 km/h y con olas de 2,5
mts.
Una vez en posición sus dos grandes grúas, la
principal con una capacidad de elevación de 1.200 toneladas a una distancia
máxima de 31 metros, y una auxiliar de 35 toneladas de capacidad de elevación a
una distancia de 30 metros, se encargan de elevar y colocar las piezas de las
turbinas eólicas.
Cuando el
buque se entregó en julio de 2012 marcó un hito en la industria en cuanto a
velocidad, capacidad de izado, posicionamiento y velocidad de elevación, con
capacidad para instalar turbinas eólicas de hasta 10 MW de potencia en aguas de
60 metros de profundidad.